lunes, 10 de mayo de 2010

Ansias de placer...

El insomnio se apodera de mi, no logro conciliar el sueño, no puedo dormir por más que lo intento y mis manos recorren mi cuerpo... rozan mi pecho sobre la camiseta, ajustada, noto como se van erizando mis pezones e introduzco la mano bajo la camiseta para pellizcarlos, para sentir el tacto de la piel suave de mis senos...

Siento como mi piel se eriza y voy bajando la mano, rozando mi vientre liso mientras se introducen mis dedos dentro del pantalón del pijama y comienzo a acariciarme en la oscuridad de la habitación, con la penumbra de las farolas de la calle entrendo por la ventana, entre sombras y siluetas de muebles que me rodean... mientras, las gotas de lluvia tintinean en el cristal de la ventana y mis dedos, cada vez más húmedos se introducen en mi interior, hacíendome sentir un gran placer mientras en mi mente está fija su sonrisa, me abruman los recuerdos de mi cuerpo abandonado al placer entre sus brazos mientras jugaba conmigo como si de una muñeca se tratase, haciéndome sentir el cielo en el placer de cada embestida... y siento cada vez una humedad mayor en mi interior, con cada roce de mis dedos arrugados... pequeños orgasmos que me hacen desear aún más... que en vez de calmar mis ansias de placer me hacen querer más...
Me ladeo en la cama y entre las sombras rebusco en la mesilla, cojo uno de mis juguetes y me coloco de rodillas sobré él, notando sus estrías al bajar mi cuerpo introduciéndolo dentro de mí, encogiéndome de placer cuando noto las vibraciones en mi clítoris... y muevo mis caderas, cada vez más rápido... bajando el ritmo para sentirlo entrar y salir, volviendo a aumentar la intensidad de mis movimientos... con una mano acariciando mi pecho y los gemidos saliendo de mi garganta, no puedo evitar gemir, no puedo evitar gritar cuando estallo de placer, imaginando mi cuerpo encaramado al suyo, recordando mis piernas entrelazadas a su cintura mientras sus embestidas me hacían enloquecer de placer, como ahora, con el cuerpo tembloroso, el rostro desencajado mientras un grito desgarrador sale de mi garganta, ahogando el placer que me invade, esos escalofríos que no dejan de sucederse, esa humedad en mis muslos.....

Los sueños, sueños son.

Me arranco las entrañas del alma, el corazón del pecho.... soy capaz hasta de sacar mis ojos sin anestesia por arrancarme este sufrimiento.... este día a día que no me deja vivir, mas vivir no es respirar, no es tener signos vitales ni un carnet de identidad... vivir es sentir, es reír, llorar, ser feliz... y esta angustia que me lleva por el mundo como un caminante sonámbulo, como sombra que se desliza por las aceras, como un espectro de lo que soy... viviendo bajo escudos y caretas, sonriendo a la vida mientras las lágrimas del alma se derraman... mas que triste es vivir aparentando una felicidad que no se tiene, qué lástima de mundo que te mira a los ojos para decir que los tienes preciosos y no sabe ver las lágrimas en ellos... la tristeza enterrada en el marrón profundo que los disfraza....
Mas los sueños, sueños son, y eso es lo que añoro... un sueño que jamás tendré, un sueño que jamás se hará realidad... pues en este cuento, no soy la princesa... no soy la bella durmiente que se despierta... por eso le pido a la vida que me duerma, que me duerma del todo en un profundo sueño... un sueño eterno... un sueño que añoro en estas noches de insomnio...

El dolor de la indiferencia


Siento la necesidad de huir, de salir corriendo... hay veces que siento que está ahí por compasión, como por obligación por lo que vivimos, por haber estado conmigo... hay momentos en que siento que soy un estorbo cuando lo único que quiero es estar ahí, ganarme su amistad, su confianza... con eso me conformo.... pero en los momentos en que siento la indiferencia o su ausencia... el que no conteste a una llamada, un mail o un mensaje... en esos momentos siento ganas de desaparecer, de salir corriendo, de borrar su nombre y huir, alejarme de todo aquello que me recuerde su presencia, de todo aquello que me haga correr a sus brazos... mas hay algo dentro de mi que no me deja, que me impide salir corriendo... pues me conformo con una amistad, incluso con compartir su cuerpo... me conformo con las migajas de otros sueños....