martes, 8 de junio de 2010

La magia de sentir la vida...


Castigo y condena con cien de mis hijos muertos cada día, con una parte de mí que muere en cada momento en que se va una de esas partes de mí, sangre de mi sangre, vida que engendro y muere por mi libertad... sangre inocente derramada en el camino por un castigo demasiado cruel, aberrante... y entre lágrimas de tristeza afloran las lágrimas de la emoción, mas me prometí a mí misma que no engendraría mas vidas que asesinasen en forma de castigo, que no enviaría de nuevo un ser a sufrir en este mundo cruel...

La magia del sentir una vida, de ser capaz de crear, de sentir los latidos del corazón de ese ser indefenso bajo tu vientre, de poder rozar con tus manos el vientre y palpar cada movimiento a sabiendas de que cada caricia que le propicias la siente, que nota el cariño y se alimenta de tus entrañas, la magia de saber que ahí, dentro de tí, hay alguien, alguien que te necesita, que precisa que le mimes y le cuides... alguien que de vez en cuando realiza pequeños movimientos para decirte:

- ¡Mama, estoy aquí!

Lágrimas de emoción al sentir que eres artista, que entre la perdición de las caricias en el sexo se perdió una semilla, una semilla que germinó en tu vientre y ahora es un corazón que palpita, un pequeño ser indefenso que algún día verá la luz del día... un pequeño ser indefenso que supondrá la mayor aventura de tu vida, la aventura de cuidarlo y de alimentarlo, de protegerle de no sufrir los daños que tu sufres, de limpiar sus heridas e inculcarle los cimientos del mañana, de hacerle persona, ser, quizás un dios.... mas los dioses de hoy no son inmortales, son las grandes personas que nos rodean, esas que son capaces de sentir el dolor ajeno como suyo, que son capaces de dar la vida si se precisa, como tú, como yo, amiga, y me afloran las lágrimas de la emoción al saber que tú, mi angel de la guarda, al final cumpliste mis presagios y serás capáz de darle a este mundo una nueva sonrisa, que serás capaz de sentir y vivir la gran aventura que se te avecina, la de ser madre, la de engendrar una vida que yo protegeré de los daños de este dios que me castiga, mas cuando el eden y el infierno se entremezclan en las calles de la ciudad hay que ser demonio y ángel a la vez y ese pequeño ser que engendras será un angel, será un dios, será tu vida, tu universo...

Lágrimas de la emoción al pensar que esta aventura también será en parte mía, mas no estas sóla, tienes un ángel caído del cielo, un demonio, una succubo, tienes a tu amiga de la mano, y entre tantas lágrimas de sufrimiento, tu vientre despierta mi sonrisa, mas ahora pasaste de ser la gran persona, el gran humano que conocí, a ser una diosa, una ninfa y una artista.... tú, mi amiga, pues ahora tienes la magia de crear vida... tú tienes la magia de sentir la vida....