
Brazos amigos me rodean en la cama y aún pudiendo disfrutar del sexo, pudiendo vivir situaciones experimentales para mi cuerpo, como en otra ocasión lo habría echo, prefiero esperar a sentir la soledad, a explorar mi propio cuerpo, caricias de mi piel, caricias de mis manos que me cubran con los recuerdos, más se que sería un engaño para ese amante forajido que se metiera en mi cama, cerrando mis ojos y sintiendo el aliento de momentos pasados para disfrutar del placer del fuego... y si sus recuerdos son los que me invaden en la cama, prefiero esperar, ser yo misma quien deslice mis manos, quien recorra cada uno de mis recobecos mientras la imaginación hace el resto....
Yo, que disfruté de cada momento, que me abandoné siempre a los deseos... y ahora siento unos brazos cálidos rodeando mi cuerpo, más me siento fría, incapaz de dejarme llevar en la marea, incapaz de sentir las embestidas de otro cuerpo como si de las olas se tratase rompiendo contra el acantilado rocoso, provocando la espuma y los remolinos en el fondo... y siento el calor de un cuerpo candente, pegado al mío, el tacto de otra piel, sueave, y no provoca en mí ningún deseo... cierro los ojos y pienso, cierro los ojos y me doy cuenta de que es algo nuevo, cierro los ojos y me doy cuenta de que el corazón ahora está preso cuando siempre estuvo libre... siento que las alas que batía al viento, navegando de puerto en puerto, se mojaron con su aliento, que cargan con el peso de cada palabra pronunciada y no pueden despegar del suelo... mas sólo puedo sentir la protección y el cariño de esos brazos cálidos mientras añoro los brazos que me entienden por dentro y me hacen arder en fuego....