martes, 6 de julio de 2010

Agua...


Me dicen dura cuando me conocen por primera vez, me consideran fuerte aquellos que no me conocen porque mi osadía es capaz de colocarme en primera fila en una manifestación, porque soy capaz de recibir los palos de la ley sobre mi cuerpo cuando el dolor del sufrimiento ajeno duele más por dentro que esa porra que golpea mis costillares cuando protesto....

Me dicen dura cuando soy capaz de enfrentarme en medio de la carretera por salvar la vida de ese pobre animalillo que yace desvalido en la vía, por arrastrar su cuerpo a un lugar donde la seguridad sea la manta que lo proteja...

Me dicen fuerte cuando soy capaz de sonreír mientras llora el alma, porque soy capaz de regalar felicidad al vecino cuando la pena es la marea que alborota todo mi cuerpo por dentro...

Me dicen dura cuando sigo luchando tras perder una y otra vez, cuando mantengo los ideales en los que creo y me aferro a ellos como un clavo ardiendo, cuando me encuentro con un muro insalvable una y otra vez y no me rindo, sigo bregando por mis sueños....

Me consideran férrea cuando mantengo la batalla hasta que se agotan las fuerzas, cuando lucho hasta la muerte por buscar mi felicidad, por conseguir lo que quiero....

Me dicen dura cuando mis palabras parece que suenan sin sentimiento y me siento invadida por el despecho, cuando soy capaz de entregar mi cuerpo sin dejar que conquisten un ápice de mis sentimientos...

Mas soy polvo, mi cuerpo es un conjunto de moléculas que no valen nada, un barril de petróleo vale más que una vida humana y en polvo me convertiré, y mi cuerpo es el instrumento, mi arma de guerra contra los gatillos que se clavan en la sien cada vez que siento el sufrimiento, y mi cuerpo no vale nada, mi cuerpo es un mero instrumento....

Y ellos me dicen dura, cuando no saben que lloro por el sufrimiento ajeno, que las palabras desgarradas y fuertes de mi garganta son fruto de las lágrimas de ese animal abanonado, de esa vida que se va y me duele, son fruto de la crueldad humana que valora más el dinero que los sentimientos... de esa crueldad humana llena de egoísmos que me desquicia por dentro.... que me invade y me hace resurgir del suelo.

Sé que no soy dura, sé que no soy fuerte, que me invade el sufrimiento con cada desprecio, que la sensibilidad que alberga mi cuerpo es muy grande y que soy capaz de dar mi vida por la felicidad de ese ser que llora indiferente a mi sufrimiento, que pueden lastimar este corazón sincero y una sonrisa será la bala que cargue mi pistola....

Me dicen dura cuando vivo ausente en este mundo de consumismo y egoísmo, pero no son capaces de entender que vivir dentro de él me corrompe por dentro cuando unos zapatos valen más que el sufrimiento de un niño, cuando la gente muere de hambre y tiramos la comida por capricho, cuando la vida de un animal es valorada menos que la de ese animal racional que consideramos hombre...

Y si no me callo, si soy capaz de responder con sonrisas al sufrimiento y mis protestas al viento hacen que me consideres dura, lo soy, soy dura, pero no soy roca, soy agua que penetra dentro de la roca, que la revienta por dentro, que la corrompe con la erosión, que se cuela por cada veta de esta montaña y va desgastando los pensamientos, despacio, lento, pero tenaz, soy agua que se evapora, deja la lucha y vuela libre en las nubes, caída libre de lluvia refrescante para la madre naturaleza, para la vida que alberga la tierra y otra vez esa lucha contra el sufrimiento que provocan los gatillos en dedos pequeños, en animales enfermos en medio de la carretera, torturas de esta vida que convertimos en un infierno en la tierra....

Y no, no soy dura, sufro con tu sufrimiento, con el de ellos... mas no puede ser dura una persona que lucha por el sufrimiento de aquellos que no conoce, no puede ser duro un ángel que campa libre como el viento por no estar de acuerdo con los castigos del cielo y del infierno, no soy hierro ni un corazón de roca, no puede ser fuerte aquel que derrama lágrimas con la mirada triste de un perro enfermo... pero sé vivir con ello y me siento feliz con lo que siento, me siento feliz siendo agua que ondea libre por el viento, invisible a tus ojos cuando sus dedos aprietan inconscientes un gatillo en esta guerra de mundo de consumismos superficiales...

Y si a eso consideras ser duro, abro mis brazos al viento, me evaporo y vuelvo a mis nubes en el cielo, observándote de lejos, más no quiero ser roca, prefiero caer del cielo en forma de ira con una tormenta, para seguir corrompiendo ese mundo desde dentro... porque cada gota de sangre derramada, cada daño perpetrado en un ser vivo alimenta mi garganta, aclara mi voz... y cada desprecio que recibo, cada palabra que duele, me hace caer, pero me vuelvo a evaporar como gota de agua y continúo el camino hacia el cielo... vuelvo a mi nube como gota de agua que alimenta el mundo... pero que es capaz de romper en migajas la dureza de una roca fuerte, grande.... gota de agua que es capaz de mover montañas... porque la sangre y el sufrimiento ajeno son el alimento en las filas de su batalla pacífica, donde las palabras son las balas contra la polvora que alimentan sus actos... gota de agua capaz de remover todo un mar...