lunes, 24 de mayo de 2010

Carta a los sentimientos...


Querido Corazón, te escribo aquí, recién levantada de la cama, el café aún humeante en el fuego, humeante en mi taza, medio llena, medio vacía, como mi vida, un cigarrillo consumiéndose en el cenicero y los ojos aún medio cerrados a pesar del sol que brilla ya con fuerza en el cielo, más en mi vida hay mas nubes y tormentas que días soleados....

Te escribo para padirte que le borres de mi memoria, que si está sin estar me condena al sufrimiento, que las lágrimas son las dueñas en los recuerdos y aunque mi paciencia haría que le esperara una vida entera con la esperanza de otra vida a su vera, aunque los sueños sean el motor que me mueve día a día, la poca razón que me queda hace escribir estas líneas, la poca razón que me queda en la locura de los sentimientos me empuja a querer olvidarle para seguir viviendo en este mundo de sueños que me enciende por dentro y me hace sentir viva...

Amigo, deja de hacerme necia, ciega.... deja que la luz entre en mis días y las sonrisas sean mi sello... una huella en aquel que cruce sus ojos con los míos, que pare su mirada en mis labios y muera en el fondo de mis ojos...

Amiga Memoria, tú que llenas mis vida de gratos recuerdos, tú que eres mi amiga, tú que estás ahi cuando más te necesito, que nunca me fallas y me haces sonreir en muchos momentos, tú, haz que le olvide y no quede más que un grato recuerdo...

Querida Esperanza, sé que siempre te he pedido que me des fuerzas para luchar, mas ahora te pido que dejes de alimentarte con sus recuerdos, que sé que sus palabras son vacías de sentimiento, que está ahi sin estar y me duele cada paso que doy en un camino sin sentido, en este sendero del infierno que me lleva a ninguna parte, más en él hay un vacío de sentimientos....

Querido Deseo, te pido perdón por abandonarte en el fondo de los recuerdos, te pido perdón y que vuelvas, más sé que te necesito en cada momento, que estás ahí, al fondo del bar, observándome en todo momento, y deseo que estés a mi lado de nuevo, que regreses con el fuego que me quema por dentro, que me alimentes de nuevo, amigo, fiel compañero desde que nos conocimos, haz memoria y recuerda todos esos buenos momentos que vivimos en la intimidad, en compañía, busca en el baúl de los recuerdos y vuelve, vuelve a llenar mi vida con tu presencia, vuelve a llenar mi vida con el fuego de las caricias y los anhelos de mi cuerpo... vuelve a convertirme en Lilith, el demonio de fuego...

Y tú, amigo Vicio, ¿ya no recuerdas las noches que pasamos con deseo? ¿ya no te gusta mi compañía? ¿en qué momento dejamos de ser amigos? ¿por qué me abandonaste? vuelve, regresa...

A vosotros, amigos, a vosotros os pidos que me levanteis del suelo, que me traigais de regreso, más en esta andadura de los sentimientos me siento perdida, en esta lucha por conquistar sus besos me siento sin fuerzas, herida de muerte y marioneta del viento, me siento pequeña, espartana en el último momento, sangre derramada en cada batalla, demasiadas cicatrices y pequeñas tiritas de aliento en sus palabras, mas no quiero morir en esta guerra si no voy a tener ningún premio...