lunes, 13 de septiembre de 2010

Sola con el baúl de los recuerdos...


Un susto en mitad de la noche, quizás un ruido que me despierta, quizás un mal sueño, no lo recuerdo, pero abro los ojos y te busco entre las sábanas, busco el calor de tu cuerpo que espante el malestar que saque la paz del sueño, palpo las sábanas y no estás, no hallo el tacto suave de tu piel en el catre y me congelo con los ojos abiertos, estirada sobre el algodón, sudada, buscando con los pies un hueco fresco, oscuridad en la estancia... ni siquiera sé que hora es, ni tengo ni quiero tener noción del tiempo, debería permanecer bajo el abrazo de Morfeo, lo intento pero no puedo, me invade el desvelo y te pienso.

Me queman por dentro la excitación y el deseo de poseer tu cuerpo, de ser poseída por las manos que me encienden y me apagan a capricho, calentura bajo mi cintura cuando me invaden los recuerdos de tu piel sudada frente a mí, fuego y me humedezco cuando imagino de nuevo esas manos hurgando mi piel bajo la ropa, caricias suaves en el pelo, dedos que recorren mi espalda y se detienen en la cintura, me quemo cuando hurgan bajo las bragas con los dedos resbalando en la humedad de mi sexo... indicativos de la excitación que provocas cuando hasta en el anhelo chorreo los jugos de la lujuria si te pienso.

Me invade un deseo irrefrenable de sentir las caricias pero sé que ahora no puedo, un imposible en espacio y tiempo cuando sé que estás lejos, pero tan cerca en mis pensamientos... y en el juego de las pasiones, intento calmar mis anhelos con caricias, una bofetada a los sueños, panacea del deseo del cuerpo que se alimenta en el baúl de los recuerdos, picoteo de fantasías que se hacen hueco en el cerebro y de tu voz el eco, estremeciendo la piel cuando retumba en el cerebro mientras mis dedos se introducen dentro y resuenan tus palabras "te gusta pequeña?" una sonrisa del subconsciente por respuesta cuando se entrecortan las exhalaciones de aire que alimentan el cuerpo y sigo moviendo mis dedos, palmadas sonoras al juntar la piel con el flujo que emana de mi cuerpo, y te pienso, te pienso mientras juego con los dedos y hago las delicias de mi cuerpo en un menú de elementos del recuerdo.

Los dedos ahondan cada vez más dentro y víctima de las ansias del anhelo se desenfrenan los movimientos, aumenta en mí el placer, me carcomen los deseos y me saben a poco los dedos cuando lo que deseo es agarrarme a la inmensidad de tu cuerpo y sentir cada acometida de tus caderas contra las mías, aferrar las uñas a tu piel y desvanecerme en tu pecho sin aliento, pero sólo puedo alimentarme de sueños y la panacea son los dedos que siguen jugando dentro, resbalando con los flujos que emanan fruto del insaciable deseo que te tengo, la imaginación, los deseos y el recuerdo me llevan a un orgasmo placentero mientras mis dedos se mueven dentro, juegos solitarios que hacen de panacea para las ansias que te tengo...

Y ahora, con la paz de los temblores del cuerpo, permanezco tumbada con los pensamientos, tú, como fiel compañero en el cerebro y ahondo en los sentimientos con los pies en el suelo cuando es nuevo lo que me invade el cuerpo, cautela por bandera cuando te pienso sin quererlo, deseo de los besos que ahora no tengo, de una caricia que acabe de calmar los anhelos y me percato de que te vas impregnando por dentro cuando me saco del baúl de los recuerdos el olor que desprende tu cuerpo y ahora es el anhelo de tu mano en mi pelo mientras mi cabeza reposa en tu pecho, y así me duermo de nuevo, panacea de los sentimientos ahora que estás lejos.... mientras, espero el resgreso para alimentar el baúl de los gratos recuerdos...