miércoles, 2 de junio de 2010

Maldito mundo...


La luz del amanecer se cuela por mi ventana y me froto los ojos, a penas unas horas dormidas, insomnio que me está matando, dolor en todos los músculos del cuerpo y cansancio, mas el sueño se esfumó de mí como por arte de magia, me estiro aún en la cama, frotando los ojos y apartando mi larga cabellera de la cara y procedo al ritual diario de levantarme de la cama... una visita rutinaria al baño, sin reparar en el espejo que me muestra despeinada y legañosa, no me quiero lavar la cara, no quiero la sensación del agua fría en mi cara... un café rápido...

-¡mierda! la cafetera está vacía...

Pongo a hacer café y enciendo el ordenador, observo las noticias mientras se calienta el café con leche en el microondas, me entero de lo que sucede a mi alrededor, maldito mundo que creo Dios, maldito ser humano de sufrimiento y dolor, malditos salvajes que somos en este gran regalo de la naturaleza... muerte, destrucción... ¿y nos llamamos racionales?

Un sorbo de café ardiendo...

-¡Joder! ¡está quemando!

Saco un cigarrillo y lo prendo entre mis labios, mientras, cambio el café de taza para que enfríe antes, el mono de la cafeína me hace tener prisa por sentir el café con leche escurriendo por mi garganta, un orgasmo en la mañana recién depertada, cafeína y nicotina, energía para empezar el día, un día que se antoja duro ante este mundo que me llena de pena, de tristeza por todas las desgracias que observo a mi alrededor....

No me gusta, no valoro este arte de creación que se atribuye Dios, no me gustan mis semejantes, capaces de hacer sufrir gratuitamente, capaces de matar por un pedazo de tierra, por el ansia de posesión, por el ansia de querer más... y recuerdo mi pasado, recuerdo como Adan en sus ansias de poder me violó como mujer, como me sometió a él forzosamente, como ultrajó todos mis derechos de semejante a él... y siento que el ser humano hace lo mismo con todo lo que le rodea... siento que el ser humano destruye aquello que toca sintiéndose superior a cualquier otra especie, más yo, que soy un ángel, una diosa, observo, miro, aprendo... veo esos animales que decimos que no tienen cerebro y que se protegen unos a otros, que crean en vez de destruir... esos animales que maltratamos igual que nos maltratamos a nosotros mismos...

Y ahora, ahora que no me siento diosa, que no soy superior y soy capaz de sentir, ahora que soy mujer, icono del deseo, pero humana, con corazón, con sufrimiento por amor, por todo el desprecio y la falta de cariño a la que me ha sometido el castigo de querer ser libre, ahora que el sufrimiento me ahoga... ahora siento que perdí la grandeza de una diosa de no ser capaz de sentir, perdí el deseo y ese apetito insaciable de amantes anónimos, de engendrar vidas en este mundo desolado, mas hoy que desperté con ganas de sexo, de sentir unas manos que asiaran mi cintura y, como si de un caballo desbocado se tratase, galopar sobre una fiera de este mundo que me hiciera gritar de placer, sentir su semen esparciéndose en mi cuerpo, sentir las manos del deseo recorriéndome mientras los espasmos de los orgasmos desencajaran mi rostro carnal, hoy que podía haber sido el día de mi regreso....

Hoy podía haber sido un día grande, mas ahora no puedo mas que sentir rabia, impotencia, dolor y vuelven los recuerdos, vuelve la nostalgia de todos los rechazos sufridos, de todos los sentimientos nobles que albergo en mi interior y han sido repudiados, vuelve la realidad de mi ser, despojado de todo lo grande y rodeado de cosas banales... y sí, tengo una vida cómoda en este mundo de injusticias, mas de nada vale tenerlo todo si sientes que no tienes nada... y hoy no quiero engendrar más vidas... no quiero sentir esas manos que recorran mi cuerpo mientras creamos algo bello, mas ahora que siento, ahora que mi corazón dejó de ser una piedra entera y se esparce en mi interior, roto, resquebrajado y repartido en pedazos, ahora me siento incapaz de crear el sufrimiento en un nuevo ser... hoy me siento víctima de Dios, víctima de este maldito mundo, hoy soy mujer...

Maldito mundo desolado, maldito mundo cruel, maldita magia que me volvió humana y dejé de ser demonio y ángel a la vez... maldito mundo en el que ni siquiera tengo una abrazo en estos días de desolación... maldito mundo!