domingo, 13 de junio de 2010

Gatita de ojos verdes...


El sol salía y se escondía tras las nubes, ni frío ni calor en la calle al mediodía, tenía dos opciones, ser mujer de mi casa y, tras la jornada de limpieza que había agotado mi cuerpo, podía coger la plancha y deshacerme de aquel montón de ropa que se acinaba en una silla, en medio del salón, o podía olvidarme de todo y salir a pasear, relajarme y dedicarme a mí misma... y eso hice, me dí una ducha rápida, me coloqué unos vaqueros piratas, anchos y una camiseta ajustada de tirantes, cara lavada y con el pelo aún húmedo salí a la calle en deportivas, me apetecía perderme del mundo, perderme en el campo... ropa interior de algodón y la suave brisa en mi piel, fresca, limpia... aire puro en cuantos abandoné tras mis pasos la ciudad, atravesando el polígono...

Delante de mis pasos se observaba una pradera y me dirigí hacia ella, sentándome entre la maleza con las piernas cruzadas, hurgué en mi bolso y saqué una bolsa llena de marihuana, quería perderme del mundo por completo, abandonarme y mis dedos comienzan a trabajar sin siquiera pensar cada movimiento que hacían, coloqué un cogollo en el grinder y el contenido de un cigarro para acabar enrollando con mis dedos el fino papel de arroz, una suave lametada con mi lengua y una boquilla de cartón, humo aspero que entraba en mis pulmones entremezclado con las bocanadas de aire fresco y de repente vi aquellos ojos verdes, observándome en medio de la nada...

Mi mente comenzó a volar, me perdí, me perdí en aquellos ojos verdes que me observaban sigilosos y mi cuerpo se dejó caer en la hierba, sintiendo las caricias de unas manos bajo mi ropa, sintiendo unos labios rozando mi cuello, susurros en mis oídos que me decían "tranquila, déjate llevar, no tengas prisa..." y me abandoné por completo bajo la nebulosa del humo y el olor de la marihuna, con esas caricias que me hacían sentir la impaciencia del sexo, que me hacían desear más entre caricias y mi cuerpo retorciéndose sobre la hierba, húmeda.

Allí, abandonada en medio de la nada, con las caricias encendiéndome el alma, su cuerpo pegado al mío, deshaciéndose de la ropa con calma, entre besos y dulces caricias, manos suaves y tranquilas que recorren mi cuerpo y cuando es el ansia quien se apodera de mí, esa calma me hace arder en las llamas del deseo... y allí, completamente desnuda en medio de la nada, sin importarme si hay mas ojos que esos ojos verdes que me observaban, allí, sentí como su cuerpo se unía al mío, haciéndome gemir de placer en cada movimiento suave, lento... prisionera bajo su cuerpo, casi sin poder mover mis caderas buscando con ansia el placer, y sus palabras en mis oídos, calmadas, suaves, suplicandome calma, que me abandonara al placer y disfrutara cada instante, cada segundo bajo su cuerpo... que por un día fuera gatita y dejara la pantera que llevo dentro... y allí bajo sus movimientos suaves me abandoné en un orgasmo insoportable, largo, placentero...

Allí, tumbada sobre la hierba, con el alma desnuda, me desperté, en medio de la nada, con aquellos ojos verdes que me observaban, aquella gatita que me hizo sentir gatita por un día, que me mostró que dentro de esta mujer se esconde una niña, una gatita que se muerde la cola, una niña inocente y juguetona, una niña que debería salir más a menudo a la luz, mas cuando dejo de ser gatita negra de ojos verdes y me convierto en pantera sobre las sábanas doy miedo, en ocasiones asusto a mi presa y siente la necesidad de salir corriendo... mas no se da tiempo a descubrir la gatita negra de ojos verdes que se esconde tras este demonio de fuego, tras esta pantera del deseo...

Lilith, demonio de fuego con alma de mujer...


Se libra una guerra en mi interior, intereses contrapuestos que hacen que luche contra mí misma... pocas personas son capaces de librar el reto de conocerme, pocas personas llegan al interior de esta cebolla que se va descubriendo capa a capa... mas sé que son demasiados los escudos que protegen el alma de este súcubo solitario...

Mas ahora me siento a pensar, con el sol de la mañana colándose por la ventana, mi pelo alborotado, la cara sin lavar, sin maquillaje, un pantalón de chandal y una camiseta que a pesar del aspecto agasajado me dan una apariencia atractiva, sin ropa interior y el café sobre la vitrocerámica, calentándose a fuego lento... me siento a pensar con un cigarrillo entre las manos y estoy convencida de que es momento de empezar de cero, de empezar un diario nuevo en mi vida, una página en blanco, un nuevo capítulo... mas sin querer los dedos se me escapan en el móvil y tecleo un mensaje, ¿para qué? cierro la carpeta quedando guardado en borradores y voy a preparar el café con leche, ligeramente templado en el microondas, le doy un sorbo delante del aparato y me siento con mi tazón al lado tras comprobar que la temperatura es la que a mí me gusta... mi taza de toda la vida, la misma en la que llevo desayunando desde hace mas de diez años, esa taza agrietada que traje de casa de mama y que me dolería tanto que se rompiera...

Vuelvo a coger el móvil, borro, tecleo, escribo, borro, tecleo... ¡que coños! si me apetece hacerlo, lo hago, basta ya de luchar contra mí misma... decidí dejarme llevar... sin embargo, después de enviar esas letras vagas, esas letras que no cuentan todo lo que siento... después de eso me invaden los pensamientos y en la nebulosa de mi mente, además de su imagen aparecen otras, pero hay una que se repite, mas sí, quiero sexo, quiero disfrutar la vida, quiero divertirme y quiero libertad, pero busco mi felicidad y que no me hagan sufrir... y puedo ser libre al lado de una persona que me de los días cada mañana... me doy cuenta de que tanta soledad me esta agriando el alma...

Sé que tanta lucha, que tanto sufrimiento, han sido en vano, mas jamás tendré su alma, puedo poseer su cuerpo en ciertos momentos, mas él nunca estará allí, y entre esos pensamientos se cuela una sonrisa, la sonrisa que me cautivó hace unos días y sé que fueron unos instantes, pocas palabras cruzadas con él mas hay algo en sus ojos que me atrae, que me llama a bucear en el interior de su mente, hay algo en él que me hace pensar en algo más... y ese imán se cuela entre mis pensamientos demoniacos...

Me imagino frente a él, con una sonrisa en los labios, la mirada traviesa, un leve maquillaje en mi cara para cubrir pequeñas imperfecciones, una raya negra que agrande mis ojos aún más, que enturbie más mi mirada seductora, un vestido ajustado, marcando las curvas del deleite de mi cuerpo, sandalias de tacón en los pies para realzar la figura, ahí, sentada con una copa en la mano, sonriendo mientras le hago desearme, comentarios de niña mala, de demonio para ese ángel de la autoridad que se muera de ganas por rozar mis labios y sentir mi cuerpo desnudo bajo sus manos... que se muera de ganas por prevalicar y acabar esposándome en la cama mientras cree que abusa de este angelito echado del cielo a patadas... mas soy un angelito pero en el cielo no hay lugar para un demonio del placer.... y entre todas estas fantasías sexuales, entre todos los deseos de sentir su cuerpo sudado, resbalando con mi sudor, placer sucio, sexo salvaje... entre todos estos pensamientos se cuelan tildes de romanticismo con abrazos y sonrisas, se cuelan las caricias de cuerpos desnudos, echos un nudo sobre la cama, con una copa de vino en la mano y siento miedo, mas este demonio que despierta echa de menos la compañía y se libra una guerra en mi interior, no puedo ser demonio y ángel a la vez, jamás funcionó la fórmula.... mas ahora que he decidido levantarme, que he decidido secar mis lágrimas al viento volando libre, ahora que he decidido maquillar mi cara con pinturas de guerra, ahora que sé que olvidar es difícil pero puedo vivir con ello... ahora no voy a pensar en lo que piensen los demás, no voy a esconderme detrás de la capa de la cebolla y me voy a limitar a ser yo, Lilith.

Si por ser yo me voy a encontrar con amantes asustados, que huyen corriendo del calor del infierno de mi cuerpo, si por ser yo voy a encontrarme que no hay respeto hacia el humano que se esconde detrás de las curvas peligrosas de mi cuerpo, si por ser yo voy a sentir calor en la cama y frío en el alma... me da igual, mas esta guerra en mi interior no tiene sentido, soy como soy y si alguien va a coger mi mano en esta aventura, ha de saber que puede sentir el placer del cielo en el infierno... mas soy ángel y demonio a la vez, soy ninfa y súcubo, soy Lilith, bruja con un alma de mujer... y ahora respiro tranquila, con el café frío en mi taza, el cigarro consumido sobre el cenicero y la sonrisa en los labios, mas esta mañana soleada me he declarado la paz a mí misma...