martes, 1 de junio de 2010

Soledad


No se escucha ningún ruido en la casa, silencio absoluto, calor bochornosos que se cuela por los cristales de las ventanas, yo, con una camiseta y unas braguitas, aún los ojos medio cerrados, legañas en los ojos pegados, un café solitario sobre la mesa, junto al cenicero rebosante de colillas, con un cigarro humeante posado mientras mis dedos teclean el ordenador y, le doy un sorbo al café, amargo, sin azucar, como mi vida...

Soledad... ¿qué es la soledad? para mí no es encontrarse sólo, es sentirlo, es estar rodeado de gente, oir el bullicio en la calle abarrotada y sentir que estás sólo, que eres tú frente al mundo, que soy yo la única que lucha y tira de la cuerda frente a la marea, es cocinar sin un abrazo por la espalda, ver un plato sobre la mesa, grande, vacía... soledad es observar esa gran cama y sentir que tu espacio no es capaz de llenarla, soledad es sentir que renunciaste a la felicidad por la libertad y esta se convirtió en soledad....
Soledad es caminar por la calle con la música en los oidos y no tener a quién cantársela, soledad es necesitar un abrazo y no tener a quién pedirlo... soledad es sentir que mueres por dentro cuando las cuatro paredes que te rodean se te hacen inmensas... soledad, soledad es derramar lágrimas sin una mano que las limpie, lágrimas que se secan sólas en la cara...
Soledad es sentir las caricias de tus propias manos, sentir orgasmos contigo misma y quedarte ahí, tumbada, inmóvil, con las piernas abiertas y la sensación de que te has ultrajado a tí misma, que intentas saciar con sexo el cariño que necesitas... más sólo hay unas manos, sólo tus manos te acarician, mas la opcion de cambiar sexo por cariño hace años que dejó de ser válida...
Soledad es mi condena mas no puedo sentir el cariño, no quiero sentir caricias de la ilusión, no me deja el miedo, no me deja el sufrimiento, soledad son las heridas en el alma, las que te alejan del mundo cuando el sufrimiento ha sido capaz de hacerte enfermar por amor, de hacerte ver la muerte cercana, y yo, succubu inmortal, ví pasar mi vida ante mis ojos, con el corazón acelerado y dolor en el pecho, dolor en el alma que provocaron las heridas de la angustia, yo, angel libre bajé la guardia y me dejé llevar por los sentimientos, quité los escudos y desnudé mi alma, sin ropa, sin alas, me volví mortal para morir de amor, para ver la muerte de cerca, aire que no entraba en los pulmones, sin ganas de vivir, sin ganas de sentir más el sufrimiento... yo, angel libre fuí capaz de enfermar por amor, de sentir que mis alas ya no podrían volvar nunca más.... ¿por qué volvió a salvarme el Dios que me castigó? ¿por qué prolongó esta agonía? ¿es la soledad la condena de la Lilith de estos tiempos?
Y así, en soledad, así, desnuda, sin escudos que me protejan, mas ahora nadie puede hacer más daño, así, con el alma al aire me meto en la ducha, con una mano entre mis piernas, yo, la soledad y mis manos, una orgía de sensaciones cuando me rozo, una orgía de caricias que me hacen sentir viva, que me encienden por dentro y me hacen sentir mujer de nuevo.... así siento el calor que quema, escalofríos que recorren mi cuerpo y así permanezco bajo el agua, así siento el dolor que me abraza por dentro, dolor de placer en cada movimiento de mi mano, en cada roce placentero... así en soledad, salgo de la ducha y me visto, como quien se pone una armadura para enfrentarse al ejercito de personas que pasean por la calle, sus armas son invisibles, pero me siento atacada, así pinto mi cara, como si de una careta se tratara, intento borrar el reflejo de cada sentimiento.... y así, así me siento, demonio de tacones y maquillaje, armaduras y escudos por dentro, en soledad, en mi propia batalla, la de vivir apartada de los sentimientos.... así, en soledad...