jueves, 20 de mayo de 2010

Calla y besame!


Se cruzó en mi camino por casualidad, quizás fué el destino como dijo él, un conjunto de circustancias que hicieron que nuestras miradas pasaran inadvertidas, la mía de reojo, la suya no sé... casualidad de la vida que mi locura hiciera que yo tirara una carpeta al suelo en aquel momento y él volviera la vista atrás... momento que jamás olvidaré cuando tras haber conversado se despidió de mí, quedándome con la sensación de que quería besar mis labios, más la indiferncia que sentí en ese instante, la transformó en interés con sus palabras, la cambió totalmente en tan sólo unas horas sin saber cómo, sin entender por qué cuando más me negaba a abrir mi corazón, cuando más escondido lo tenía en el fondo de mí por las heridas y me negaba a dejarme querer por nadie, sin darme cuenta, hizo que dejara a un lado todas mis armaduras, todos los escudos quedaron a ún lado y me desprotegí...

Me desperté un domingo por la mañana, sin apenas ganas de trabajar, con la alegría en el cuerpo y buenas vibraciones y me dirigía al trabajo cuando sonó mi móvil.... su nombre en la pantalla y mi corazón acelerado, tenia la posibilidad de verle ese mismo día, aunque fuera una hora... un rato... y sin apenas darme cuenta, caí en mi propia red, fuí víctima de mi propia trampa, esa trama de hacerme la dura para ser más interesante a sus ojos, esa estrategia que me hizo perder la partida con un jaque mate cuando sus ojos se clavaron en los míos...

Estaba allí, sentada a su lado, escuchando sus palabras, que respetaba totalmente mi decisión de ir despacio, de conocerle primero, maldiciéndome por dentro mientras deseaba que me abrazara, que me tomara en sus brazos y me besara, y ahí estaba, a unos centimetros de mí, leyendo, hablando y manteniendo una distancia que pedí sin desear.... sólo por intentar conseguir ser algo más que un pasatiempo entre sus brazos....

Llegó el momento de despedirme y yo no podía más, no podía mirarle a los ojos sin probar sus labios y cuando se acercó para darme dos besos no pude evitar la tentación, me armé de valentía y mis labios rozaron los suyos, intentando deborárlos mientras se separaba de mí, sorprendido por mi reacción en ese instante y con todo el coraje que cabe en mi pequeño cuerpo me limité a decir "calla y besame!" mientras mis labios deboraban los suyos y mi mano acariciaba su espalda y no podía dejar de besarle, con la mente en blanco, disfrutando de sus labios pegados a los míos, las caricias de sus manos recorriendo mis vertebras... y pequeño el instante de la despedida, pequeño el momento en que tenía que irse y yo ahí, observando su cuerpo mientras se alejaba de mí, pegada al cristal de la ventana mirando el avión que le alejaba de mi lado, embelesada, mirando sin ver nada... húmeda por sus besos, húmeda por sus caricias en mi espalda... y lo único que fuí capaz de decir, lo único que fuí capaz de decir mientras me alejaba, de aquel lugar donde luego volvería a sentarme con mis recueros, lo único que fuí capaz de escribir fué un "¿y ahora qué?" una pregunta que no tuvo respuesta, mas tampoco obtuvo un silencio.... y tras esos instantes que me acabaron de encender por dentro, permanecí allí, observando aviones que me llevaban por dentro, observando aviones mientras sentía aún el fuego de sus manos en mi cuerpo, caricias tiernas que me encendieron de pasión y aún me siguen encendiendo... pasión que prendió fuego al mimbre que forraba mis sentimientos y dejó al descubierto un corazón que ya no se dobla antes que partirse, pues los cachitos que quedan en este momento siguen sintiendo....
y me muero por tenerle aquí, por repetir ese "Calla y besame!"