Albergo sentimientos que no transmiten las palabras, que sólo con una mirada puedes comprenderlos, cariños que no abarcan los brazos rodeando los cuerpos, amores que sólo demuestran los echos...No puedo rubricar con mi pluma desgastada las palabrerías adecuadas en esta verborrea de sentimientos, no seré capaz de definir entre líneas de tinta negra las lágrimas compartidas, mi pena se hace la tuya, no puedo describir la angustia que sientes en tu cuerpo cuando sabes que estoy herida... mas no eres la amiga que sale de fiesta y se codea entre risas, no eres la típica amiga, eres como una madre que me cuida, que vela por mí rezando en santuarios cuando Fortuna me olvida...
Y sí, somos amigas de risas, sin embargo, cuando miro en el fondo de tus ojos veo una Cibeles, mi Cibeles, esa madre de palabras calmadas, de manos que secan las lágrimas de mi mejilla, de chistes en la tristeza de la sobremesa llorosa, con risas sonoras que llenan comedores y pasillos, entre consejos y lágrimas, dolor y alegría en tu compañía se vuelven diferentes, pues una madre amiga no te define cuando eres algo más, cuando sufres mi sufrimiento y me duele ver tus lágrimas provocadas por las mías...
Y no puedo poner color a estas sensaciones, no puedo rubricar con palabras el amor que te proceso, no puedo acotar y poner límites a lo que provocas en mi cuerpo con las delimitaciones del lenguaje, palabrería que encasilla, más ante tí hay un extenso mundo de sentimientos, madre Cibeles, amiga Yolanda de gran bondad, tierna y apacible, dulce y cariñosa, trabajadora y comprometida, más la armazón de tu cuerpo no puede con esa gran mochila que arrastras, cargada de la infelicidad del mundo, de las contrariedades del mundo, que para tí no son una traba si con el sudor de tu frente puedes apaciguar las penas....
Me siento atada de pies y manos si tengo que decir con palabras lo que siento, si tengo que describir tu talento... más en la inmensidad de los sentimientos eres como una madre, mi madre Cibleles... mi madre y amiga Yolanda...
Y sí, somos amigas de risas, sin embargo, cuando miro en el fondo de tus ojos veo una Cibeles, mi Cibeles, esa madre de palabras calmadas, de manos que secan las lágrimas de mi mejilla, de chistes en la tristeza de la sobremesa llorosa, con risas sonoras que llenan comedores y pasillos, entre consejos y lágrimas, dolor y alegría en tu compañía se vuelven diferentes, pues una madre amiga no te define cuando eres algo más, cuando sufres mi sufrimiento y me duele ver tus lágrimas provocadas por las mías...
Y no puedo poner color a estas sensaciones, no puedo rubricar con palabras el amor que te proceso, no puedo acotar y poner límites a lo que provocas en mi cuerpo con las delimitaciones del lenguaje, palabrería que encasilla, más ante tí hay un extenso mundo de sentimientos, madre Cibeles, amiga Yolanda de gran bondad, tierna y apacible, dulce y cariñosa, trabajadora y comprometida, más la armazón de tu cuerpo no puede con esa gran mochila que arrastras, cargada de la infelicidad del mundo, de las contrariedades del mundo, que para tí no son una traba si con el sudor de tu frente puedes apaciguar las penas....
Me siento atada de pies y manos si tengo que decir con palabras lo que siento, si tengo que describir tu talento... más en la inmensidad de los sentimientos eres como una madre, mi madre Cibleles... mi madre y amiga Yolanda...
