sábado, 3 de julio de 2010

Ave libre


Rayos y centellas, fuertes truenos me despertaron al alba, prácticamente de noche en el cielo, pequeños haces de luz anunciaban el despertar del día con las gotas de lluvia resbalando por los cristales de las ventanas, aún con los ojos cerrados y sin encender la luz, me deslicé por la casa, instinto y conocimiento que me movían en la oscuridad hasta llegar a la cocina, asomando al balcón para ver los rayos de luz que iluminaban el cielo... un café con leche bien cargado para desperezar y empezar con energía el día que aún no había comenzado, sin siquiera encender el ordenador, allí, de pie, contemplando la tormenta que tanto me atemorizaba, cálida tormenta de verano, enfurecida en el cielo... y sin pensarlo me puse unos pantalones cortos, una camiseta ajustada a mi cuerpo, vieja, casi raída por el uso y calcé mis deportivas apretando los cordones, frente al espejo recogí mi pelo en una coleta y sujete los mechones más cortos con grandes horquillas, el mp3 encerrado en los bolsillos del pantalón y los cascos en los oídos, saqué la llave de casa del llavero y la introduje en el bolsillo, ni siquiera pensé en que iba a acabar calada hasta los huesos mientras bajaba en el ascensor, escondiendo el cable de los cascos bajo la camiseta...

Salí a la calle y me dirigí fuera de la ciudad, con paso lento, trotando al viento en ese deporte que hacía demasiado que no practicaba, una carrera acompasada, manteniendo la respiración al paso de la música mestiza que rebotaba en mi cabeza, el volumen alto aún dejaba que se colaran los truenos en mis oídos y el miedo me hacía seguir corriendo, una vez en el polígono tomé el camino que suelen usar los asiduos de este deporte y me dirigí por un carril destinado a ello, sin pensar a donde iba, sin pensar dónde me llevaban mis pies, simplemente me dejé llevar en ese paso acompasado que pensaba no recordaría, mas mi respiración era buena y el ritmo, el mío.

Carrera solitaria por las afueras de la ciudad, el agua calando mi cuerpo con el mp3 escondido bajo el pantalón, guardado en una funda de plástico para que no se mojase y mis pies chapoteando en cada charco que se cruzaba en mi camino... sin pensar, sin sentir, sólo la música, la lluvia y yo... una sensación de estar conmigo misma, sola con mis pensamientos que hacía mucho que no sentía... mas esos pensamientos por fin eran de paz, de tranquilidad.... hoy me he despertado sin importarme lo que pase, sin importarme la soledad o que sople el viento... hoy me he despertado libre y observo en el cielo un pájaro volar, mis pies no paran y siento que soy como ellos, hoy si soy el ave libre que voló del paraíso para sentir el mundo bajo mis pies, para sentir que puedo bajar a él cuando quiera, que puedo huir de él cuando quiera...

Pasa el tiempo y mis pies no dejan de moverse bajo la lluvia, mas el tedio empieza a apoderarse de mi cuerpo y decido regresar sobre mis pasos, desandar el camino andado mientras el cielo no amaina y la lluvia sigue mojando mi cuerpo.... la ropa pegada al cuerpo y llego al portal, jadeando, mas la sensación no es de cansancio, no siento cansancio si no energía en mí, fluye como los rayos en el cielo, me invade sintiendo la fuerza de enfrentar lo que venga, truenos, rayos o centellas, me da igual, no me importa sentir lo que sea, no me importa si no puedo olvidar o empiezo a sentir de nuevo, hoy no me importa nada, hoy soy un ave libre con las alas al viento, mojadas, pero desplegadas al firmamento...

Me meto en la ducha completamente mojada y siento el agua tibia rodar por mi piel, completamente desnuda, me agazapo en el suelo de la bañera con las piernas encogidas y la sensación de paz absoluta de ahora una lluvia cálida recorriendo mi cuerpo, completo silencio en esta caverna oscura, sin casi luz por el día gris, el baño escondido en una celda al fondo de mi mazmorra y oscuridad, agua tibia y sensación de ligereza en mi cuerpo... sentado bajo el agua con rostro placentero... pues si hoy soy un ave, soy un águila imperial, un colibrí, un pájaro carpintero... o el pájaro loco, hoy soy todo y nada, mas si no lloviera sería una pelusa que campa a sus anchas en un día de viento... desnuda de malos sentimientos, desnuda de ropajes que tapen mi alma, desnuda bajo el agua acariciando mi piel, suave, recién depilada, descobijada bajo el agua, desarropada en la bañera, acariciando mis senos... con la sensación de plena libertad bajo las caricias en el agua, completamente húmeda, por fuera, por dentro.... desnuda con la osadía de mis caricias, libertinaje y libertad que me hacen sentir un ave en el cielo cuando siento mi autodeterminación en un orgasmo bajo el agua, cayendo tibia sobre mi piel... y me desvanezco en la bañera, sin cadenas, sin ataduras, sin ligaduras de la madre tierra... ave libre... ángel del cielo y del infierno...