
Alcoholismo depresivo para la luz de los pensamientos cuando me tumbo sobre las sábanas y en medio de los anhelos, vomito, vomito los sentimientos que llevo dentro, me abrazo al váter con las dudas por sombrero y en la nebulosa del alcohol veo más claro el dolor que quema por dentro…
Cafeína para la resaca y ahora la luz, luz del sol que se filtra por la ventana dificultando la vista, y no me importa, hoy no quiero ver, hoy no quiero pensar, hoy quiero evadirme de toda realidad que rodea mi cuerpo… pero no puedo, no puedo salir corriendo cuando sé que en lo profundo de mí quiero enfrentarme a todo esto… y me entra el remordimiento de la evasión que carcome por dentro pues en una introspección a los sentimientos me abofeteo en lo absurdo…
Un sorbo al café y mientras me invaden las ganas de estar ahí, de ser la piel desnuda que acarician sus manos, de ser la musa de sus deseos más infames , mi cuerpo desnudo bajo las embestidas de sus caderas, encogida y retorcida bajo los juegos de su lengua en mis belfos… sudor en la piel cuando los gemidos nacen en los pulmones y se pierden en el aire, ruidosos, sonoros, placenteros… sumisa sobre su cuerpo cuando sus manos agarran mi pelo y me domina, me domina en el placer del juego del sexo, y observando la cuchara en la taza me doy cuenta de que mis orgasmos no son solo lujuria, se impregnan de sentimientos cuando le observo, cuando en esos momentos en que se pierden las composturas se escapa una palabra cariñosa de sus labios y me derrito y me deshago por dentro en el anhelo de penetrar en su cuerpo…
De nuevo un sorbo al café y me doy cuenta de que quiero estar ahí, que quiero compartir sus pensamientos, que no sólo es deseo, que no sólo es lujuria, sexo… que me recorre la angustia en el rechazo y la confusión de saber lo que lleva dentro, la ignorancia de lo que alberga en su cerebro y las palabras calladas… y hago acopio de la paciencia de mi cuerpo, de la calma y el esmero por penetrar dentro, tranquila, sosegada, sin prisas y con esmero, pequeños detalles que muestran la mujer que llevo dentro, la mujer de puro sentimiento que se siente feliz con un beso… y de nuevo miro la taza y me invade la sensación del rechazo, que a cada paso que intento avanzar, me cierra una puerta, me aleja de su lado y me siento perdida, perdida en las emociones que me invaden en este momento, como viajero sin mapa de carreteras secundarias en pueblos abandonados… mas no quiero consejos que me digan que sea dura, que muestre el rechazo que no tengo cuando por dentro muero porque busque mis besos, por saber que dentro tiene sentimientos por este pequeño cuerpo, por este ángel caído del cielo que ahora siente las alas rotas, incapaz de alzar un vuelo si no conoce la dirección del viento…