viernes, 24 de septiembre de 2010

Leyendo los posos del café...


Brilla el sol en el cielo y en la penumbra de mi alcoba permanezco tumbada en el jergón, observando los rayos de sol que se filtran entre las ranuras de la persiana, haces de luz que tintinean en la cal de la pared y siento la pesadez de mis piernas al doblarlas, zumbido insoportable en mi cabeza cuando la resaca empieza a hacer mella y huyo del calor de las sábanas en busca de la cafeína y el ibuprofeno que calmen la desazón que llevo dentro, pero a ciencia cierta sé que la desazón permanecerá en el cuerpo con el oleaje de los pensamientos que se hacen eco por dentro…

Alcoholismo depresivo para la luz de los pensamientos cuando me tumbo sobre las sábanas y en medio de los anhelos, vomito, vomito los sentimientos que llevo dentro, me abrazo al váter con las dudas por sombrero y en la nebulosa del alcohol veo más claro el dolor que quema por dentro…

Cafeína para la resaca y ahora la luz, luz del sol que se filtra por la ventana dificultando la vista, y no me importa, hoy no quiero ver, hoy no quiero pensar, hoy quiero evadirme de toda realidad que rodea mi cuerpo… pero no puedo, no puedo salir corriendo cuando sé que en lo profundo de mí quiero enfrentarme a todo esto… y me entra el remordimiento de la evasión que carcome por dentro pues en una introspección a los sentimientos me abofeteo en lo absurdo…

Un sorbo al café y mientras me invaden las ganas de estar ahí, de ser la piel desnuda que acarician sus manos, de ser la musa de sus deseos más infames , mi cuerpo desnudo bajo las embestidas de sus caderas, encogida y retorcida bajo los juegos de su lengua en mis belfos… sudor en la piel cuando los gemidos nacen en los pulmones y se pierden en el aire, ruidosos, sonoros, placenteros… sumisa sobre su cuerpo cuando sus manos agarran mi pelo y me domina, me domina en el placer del juego del sexo, y observando la cuchara en la taza me doy cuenta de que mis orgasmos no son solo lujuria, se impregnan de sentimientos cuando le observo, cuando en esos momentos en que se pierden las composturas se escapa una palabra cariñosa de sus labios y me derrito y me deshago por dentro en el anhelo de penetrar en su cuerpo…

De nuevo un sorbo al café y me doy cuenta de que quiero estar ahí, que quiero compartir sus pensamientos, que no sólo es deseo, que no sólo es lujuria, sexo… que me recorre la angustia en el rechazo y la confusión de saber lo que lleva dentro, la ignorancia de lo que alberga en su cerebro y las palabras calladas… y hago acopio de la paciencia de mi cuerpo, de la calma y el esmero por penetrar dentro, tranquila, sosegada, sin prisas y con esmero, pequeños detalles que muestran la mujer que llevo dentro, la mujer de puro sentimiento que se siente feliz con un beso… y de nuevo miro la taza y me invade la sensación del rechazo, que a cada paso que intento avanzar, me cierra una puerta, me aleja de su lado y me siento perdida, perdida en las emociones que me invaden en este momento, como viajero sin mapa de carreteras secundarias en pueblos abandonados… mas no quiero consejos que me digan que sea dura, que muestre el rechazo que no tengo cuando por dentro muero porque busque mis besos, por saber que dentro tiene sentimientos por este pequeño cuerpo, por este ángel caído del cielo que ahora siente las alas rotas, incapaz de alzar un vuelo si no conoce la dirección del viento…

Otro sorbo de café y mientras lo saboreo, me carcome por dentro el sentimiento de querer estar ahí, de que sus manos se pierdan en mis pechos, de sentir los besos cargados de deseo, pero también de sentimientos, de sentirme parte de su vida libre, anhelo de sentir que me echa de menos cuando ahora lo que veo en los posos del café es que me aleja de su cuerpo… y lo que antes despertaba el deseo de rozar mi cuerpo con mis manos, de sentir los placeres de los orgasmos en compañía de los recuerdos, ahora provoca el miedo de sentirle cada vez más lejos… cuando mirando los posos del café me doy cuenta de que tropecé por accidente con su cuerpo y ahora siento como se ha aferrado dentro, como en la algarabía de las caricias solitarias cuando le pienso, hago acopio de los deseos y mis manos rozan mi cuerpo, suaves, calmadas, disfrutando de los placeres carnales que se le brindan a este súcubo en el destierro, pero dentro de la experiencia de los placeres que me invaden el cuerpo su mirada es la que me ciega en los deseos y me pierdo, pierdo las alas que me hacían ser musa de deseos y volar lejos, porque ahora no quiero, con virtudes y defectos siento las redes del íncubo que lleva dentro, ese demonio que me rabia con sonrisas y espanta el sufrimiento de los hijos muertos, capaz de provocar las mayores contradicciones en los sentimientos y a pesar de las ganas de rendirme, de sucumbir a la derrota, la revolucionaria que llevo dentro hace acopio de sus fuerzas y se levanta dispuesta a ganar la guerra, dispuesta a conquistar la villa que tiene dentro… pues con virtudes y defectos, observo los posos del café y aunque duela sentirse perdida, recojo en la maleta la sonrisa, añado la paciencia y los mejores sentimientos que guardo en el ropero de mi cuerpo y camino con paso decidido, despacio, con calma, tranquila y también con miedo… pero si quiero estar ahí, tengo que hacerlo…

Así me siento...


Incapaz de alcanzar un tren en movimiento, como un cubito de hielo en la Antártida, como una aguja en un pajar, como un payaso en el Congreso… así me siento…

Como miliciano en las barricadas, como átomo en el aire, como una gota de agua en el océano… así me siento…

Niña entre la multitud buscando la mano que me cogía, pez en una pecera, muñeca en la habitación de una adolescente… así me siento…

Libre y encadenada, atrapada y perdida… absurda, incomprensiva, buscando la razón en la sinrazón…. Así me siento….

Triste, afligida y compulsiva, refrenada en los impulsos, contenida en el fondo del vaso, rabiosa y tranquila… así me siento…

Dolorida, cargada de odio y vacía por dentro, sola y en compañía, llorosa, liberada, confusa y despierta…. Así me siento…

Una marea en el interior y una lágrima que resbala por las mejillas… y perdida en el intento de buscar la comprensión de lo incomprensible… me pierdo en el fondo del vaso y en la nebulosa del alcohol intento ver claro… y cuanto más claro lo veo, más perdida me siento….