viernes, 16 de julio de 2010

La calentura que llevo dentro....


Le tenía ahí, en frente, mirada seria y composturas de trabajo, mas una sonrisa se dibujaba en sus labios y su mirada se desviaba hacia mi pecho, amplio escote que hacía las delicias de su mirada tras las gafas de sol en la calurosa tarde de verano...

El morbo se desataba en mi cuerpo al saber que estaba ahí, frente a mí, que bajo su ropa podía adivinar cada curva de su cuerpo, la suavidad de su piel desnuda, y mi mente volaba imaginando esa piel sudada, sin ropa pegada a la mía, acariciándome con sus manos mientras se deshacía de mi ropa lentamente, con mimo pero con ansias de poseer mi cuerpo... el morbo de querer rozarle y no poder me hacía desear colocarme de rodillas frente a él, mientras mis manos arrancaban el cinturón de su pantalón, ese pantalón que marcaba las curvas de sus glúteos y la robustez de sus piernas haciendo volar mi imaginación cuando mis ojos se perdían en ellos, subconsciente se me revela cuando el deseo me pide colocarme frente a él, con los ojos bien abiertos y la sonrisa traviesa mientras mi lengua juega con su pene entre mis labios, su manos aferradas a mi pelo, con fuerza, empujando mi cabeza con movimientos bruscos para desencajar su rostro y tornar la expresión seria en gemidos, careta de abandono al placer y me humedezco en mis pensamientos, íncubo que me provoca, íncubo que me enciende y me apaga, íncubo que me provoca hasta el último resquicio de los deseos...

No puedo dejar de observarle, me puede el deseo, el afán de sentir su cuerpo... caricias calladas la última vez que fue mío, roces de sus manos en mi pelo y el cariño de sus besos provocando el anhelo de padecer las crueles embestidas del sexo en mi cuerpo, pero la calentura de mi cintura no fue saciada en ese momento, y ahora siento que ardor del deseo al mirarle y no poder tener lo que quiero, ahora siento el ardor en mi cintura con la calentura de la imaginación en un juego de miradas y gestos que no entiende el mundo confeso a nuestro alrededor... pues sólo nosotros sabemos lo que ocurre cuando se disipa el mundo de responsabilidades que tenemos y se cierran las puertas de la mazmorra de infierno... y quizás es sólo deseo, quizás es sólo sexo, quizás hay algún sentimiento merodeando por medio... pero ahora que le veo, siento un gran anhelo por saborear su piel y perderme en su cuerpo... quiero abandonarme al completo y no puedo, así aumenta mi deseo....

Desaparece ante mi mirada y doy un sorbo de agua fresca, frescor que se evapora en mi cuerpo entre el calor que desprende el cemento y la calentura que llevo dentro cuando no puedo dejar de pensar en sus manos recorriendo mi cuerpo...

Si mi alma es capaz de sentir, padecer y llorar... no sueñes que la cuenca de mis ojos no enrojezca cuando siento tus desprecios... mas mis lágrimas aparecen cuando tus palabras enturbian la pureza de las caricias invisibles que te propicio en silencio...

Si con sólo tus dedos acariciando mi pelo eres capaz de hacer que me abandone al completo, que me olvide del mundo y mi alma abandone el cuerpo, volando libre, sin pensamientos... no pretendas que no busque tus besos....