martes, 18 de mayo de 2010

Presa...


Miro atrás y pienso, observo los momentos con perspectiva, observo el tiempo transcurrido, ese tiempo que se me fue entre los dedos, que se llevó el viento... son meses ya de sufrimiento, de sentir para sufrir, de querer sin ser querido... la rabia de darlo todo por alguien y que no lo vea...


Me siento encadenada a esto que llevo por dentro, me siento atada a los sentimientos, más sé que por mucho que lo intente, no podré olvidar, los recuerdos fluyen en la sangre de mis venas, están presentes en cada momento y es que me estoy volviendo loca, no puedo dejar de pensar en él, no puedo dejar de sentir esto que me mata por dentro... ¿por qué es tan injusta la vida? ¿por qué me muestra la inmensidad del mundo y me encadena al sufrimiento?


Y sé que no soy el rey de Chipre, que la leyenda de Pigmalion no se va a repetir y que por mucho que ame una estatua, por mucho que esculpa su rostro o observe sus fotos, no va a venir una Venus que conceda mi deseo de tenerle, que conceda el deseo de tener a esa persona de la que me he enamorado casi platónicamente, no voy a tener a mi Galatea ni mi cuento de hadas particular, más en la leyenda no había probado sus labios, no había sentido sus caricias ni observado su mirada de deseo, no se había derretido entre sus brazos... más me siento como ese rey, amante del sexo y de la vida, amante de la belleza humana, castigado en voluntad propia sin caricias, sin sentir por un amor platónico... por un amor inalcanzable, que cada vez observo más lejano, por el que cada vez me duele más luchar...


Ni siquiera sé como hacerlo, ni siquiera sé como llamar su atención si hasta probé ser invisible ante sus ojos para hacerme visible en sus sentimientos... ni siquiera sé como puedo luchar por algo que siento que se encuentra en otra galaxia, en otro mundo... tan lejos y a la vez tan cerca... y me siento presa, presa de mis sentimientos, esposada cuando no sé que hacer, cómo actuar... ni siquiera sé como romper las esposas que encadenan el cuerpo al sentimiento... mas ni siquiera quiero dejar de sentirme encadenada, no quiero perder esas cadenas pues quiero cambiar la cadena que me ata al sufrimiento por la que me ate a su cuerpo, sintiéndome libre esposada a su cuerpo, sintiendo la libertad que da la felicidad cuando eres preso en la realidad de tus sueños...

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