lunes, 17 de mayo de 2010

Ansias de placer...



Tras varias semanas sin sentir caricias en mi piel, sin sentir un aliento cerca del mío me invaden las ansias, me invade el fuego que me quema por dentro y me siento lasciva con cada mirada, deseosa de unas garras que recorran mi cuerpo, de sentir las manos que me calmen... mas soy consciente de que un amante en mis entrañas no calmará ese fuego, panacea fallida en mi cama, mas las ansias que tengo son de él, de sus manos desnudando mi cuerpo, deprisa, con impaciencia, sentir como toma mi cuerpo en brazos, pegado contra la pared, cada golpe en mi espalda, cada embestida que me calma... ´


Y me condeno a una penitencia voluntaria, renegando de esas manos voluntariosas que desean recorrer mi cuerpo a diario, deleitarme en el sexo desinteresado, más se que aliviará el deseo por unos segundos, pero no quiero la sensación de vacío que queda después, no quiero sentir el dolor de utilizar y ser utilizada en unos instantes, y sé que no querría su cuerpo en mi cama después, que no querría sus brazos abrazandome, ni las caricias en mi espalda, que los besos serían frios, desprovistos de sentimientos y no quiero, no quiero entregarme a los placeres carnales y vanales cuando la humedad entre mis piernas se evaporará al abrir los ojos, más los sentimientos que siento me hacen huir del infierno y el pecado que tanto me gustaba... más los miedos que siento por dentro son los que me calman y me tumbo sobre la cama y mis manos recorren mi cuerpo, la imaginación es mi amante perfecto en los momentos que me evaporo por dentro y me encojo en un orgasmo solitario, acompañado de los recuerdos.... mis manos, sus manos, mi mente, su cuerpo....


3 comentarios:

  1. guauuuuu!!!es increible como te expresas,haces que al leerte,me sienta incluso identificada en alguna ocasión,seguire leyendote.

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  2. LA VERDAD. LO QUE CONTAS ES UNICO NUNCA PUDO COMENTARSE MEJOR QUE LO QUE ESTA...¡¡¡

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  3. muchas gracias!!!! aunque realmente no escribo yo, escribe el corazón, los dedos se mueven al compás de la sangre que corre por las venas, sin pensar, sin correciones, sin cambios... son los sentimientos los que salen solos, a borbotones, abarrotandose las teclas bajo mis dedos, con el único sonido del silencio y las teclas golpeandose, como si de los latidos del corazón se tratase, acelerado por los sentimientos...

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