viernes, 28 de mayo de 2010

Baños de resurrección

El cansancio que extenuaba mi cuerpo hizo que impulsivamente colocara el tapón de la bañera, mientras mis manos abrían el grifo del agua caliente y lentamente, mientras la bañera se llenaba, fuí dejando caer el vestido que cubría mi cuerpo al cuelo, sólo con la ropa interior negra y los tacones, me observé en el espejo, plantada frente a él fuí borrando los rastros del maquillaje que perfeccionaba mis rasgos y recogí todo mi pelo en un moño despeinado, desgarbado, que me daba un aire muy sensual cuando sonreí frente al espejo, observando ese sujetador negro que oprimía mi pecho formando una curva en el escote que haría las delicias de la líbido de cualquier amante desinteresado.

Muy lentamente me quité los tacones, negros, altos, y el tanga brasileño negro, de lycra, a juego con el sujetador de tirantes cruzados en la espalda para juntar aún más el pecho y provocar un escote aún más pronunciado en el canalillo... tomé la temperatura del agua y me introduje dentro de la bañera, lentamente, primero los pies, después me fuí sentando lentamente hasta permanecer tumbada en la bañera derramando espumas de baño sobre mi cuerpo mientras mis manos agitaban el agua, subiendo la espuma que envolvía mi cuerpo con un aroma de frutas del bosque, frutas salvajes como la Lilith que perdí en el camino...

Acerco un cigarrillo a mis labios y mientras el humo invade mis pulmones, una mano va rozando mi cuerpo, mi piel suave se va erizando con el roce de mis manos, con las caricias que buscan al ser perdido, con caricias que me buscan a mí misma, encenderme sin los recuerdos, encenderme con cada mirada de deseo.... y me siento perdida, me siento alejada en el abismo de mí misma, me busco y no me encuentro, me busco y no aparezco... ¿en qué momento dejé de ser yo?

Introduzco los dedos en mi vagina, húmeda, resbaladiza, y un gémido se mezcla con la música que invade la estancia, un gemido me hace volver a ser yo, un gemido que en meses me enciende sin un sólo recuerdo, sin pronunciar su nombre en un instante de fogosidad que me invade por dentro, y sigo jugando, mis dedos hacen las delicias de mi alma, sin pensar, sin recordar y gemidos, suspiros de aire en cada bocanada de placer que entra en mis pulmones, una mano en mi pecho, estrujándolo, acariciando los pezones, pellizcos suaves que me encienden aún más, placer, placer, bendito placer que me invade...

Gimo, grito, jadeo... y siento el placer que me enciende, el placer que sólo Lilith sabe sentir en cada caricia, en cada roce que hace las delicias del placer sin pensar, sin sentir y muriendo en cada sensación... y otra vez me siento mujer prohibida, bruja, fuego, diosa del deseo... otra vez me siento Lilith aunque sea por un momento, por unos instantes en este juego de espuma de baño y agua, desnuda en la bañera, encogida y con espasmos de placer que me ahogan por dentro aún cuando respiro el aire y no el agua... y me hundo, me alejo en el mar de las caricias que yo misma me regalo, me alejo de los sentimientos y rompo las cadenas que me atan en el infierno del querer que me mato, mas si no soy real, si soy superviviente en la historia y la mitología, siento que poco a poco resucito... siento que poco a poco vuelvo a ser la musa de las fantasías de mis amantes, sin que sepan si fué real o un sueño mi presencia en sus momentos secretos....

Y de nuevo un orgasmo mientras me hundo bajo el agua, entera, lavando mi alma y mi cara, de nuevo me hundo y siento que resucito con cada caricia bajo el agua....